Sus propiedades desintoxicantes y suavizantes para la piel, hacen de las envolturas corporales un tratamiento ideal para mimar todo el cuerpo con una mezcla de barro, rico en nutrientes, plantas y aceites esenciales. Tras su aplicación, se procede a la envoltura del cuerpo desde el cuello hasta los pies con vendas calientes o una manta térmica o de lino.

Los barros calientes y fríos se aplican en diferentes zonas del cuerpo, favoreciendo la sudoración. Mientras los calientes ayudan a disminuir la retención de líquidos, activar la circulación y eliminar toxinas, los fríos tonifican.

Se envuelve a la persona con plástico para dejar reposar los barros y, al final, tras una ducha para retirarlos, se nota la piel ultra suave.