La ducha jet consiste en un masaje realizado por un terapeuta que emplea el agua a presión como medio de tratamiento, proporcionando al paciente un masaje natural que hace un recorrido por todo el cuerpo.

El terapeuta puede hacer variar la presión y la temperatura del chorro, en función de los resultados que se quieran obtener. Gracias a estas variaciones se pueden conseguir efectos relajantes o estimulantes.

Esta indicado en casos de celulitis, reumatismos crónicos tanto degenerativos como inflamatorios, obesidad, drenaje linfático y venoso, afecciones cutáneas como psoriasis, acné y eccemas crónicos.

La fuerte presión ejercida por el chorro, así como su elevada temperatura ayuda a movilizar el tejido conjuntivo, favoreciendo la aparición de hiperemia en la piel, signo de que estamos consiguiendo una mejor circulación sanguínea, con lo que favorecemos la eliminación de sustancias de desecho, y la llegada de nutrientes a los tejidos. Gracias a ello podemos combatir la antiestética celulitis que tanto nos preocupa. Además tiene efecto descontracturante, puesto que la temperatura y presión ejercida puede ser tan fuerte que llegue a nivel muscular aportando un beneficioso masaje capaz de permitir una posterior relajación.

Combinando alta y baja temperatura, y con una presión suave se puede conseguir una beneficiosa gimnasia vascular, llegando a mejorar considerablemente la circulación, previniendo así los problemas varicosos. Esta terapia se realiza de pie y el tiempo aproximado de duración es de 20 minutos.

El masaje se suele aplicar en forma circular, en eses o en zigzag, siguiendo un recorrido determinado por la zona que se quiera tratar. La ducha jet puede formar parte de programas reductores, anticelulíticos, relajantes y terapéuticos.